El entorno de Puerto de La Cruz, en Tenerife, cuenta con mucho más que el asentamiento de un destino turístico; posee el reflejo de uno de los intereses de finales del siglo XVIII y del monarca Carlos III, un enclave pionero en España.
En 1792 se inician las primeras plantaciones en el Jardín de Aclimatación de La Orotava por Real Orden de Carlos III, este jardín botánico es el segundo en antigüedad en España, precedido por el Real Jardín Botánico de Madrid.
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Pasado.
El nombre de este enclave repleto de especies exóticas y locales, puede llevar a confusión, pues no se encuentra en el municipio tinerfeño de La Orotava, sino en el de El Puerto de la Cruz, el motivo de este nombre no es otro sino la antigua pertenencia de esta zona al municipio de La Orotava, en la actualidad ambos enclaves son municipios diferenciados.
Con el descubrimiento de las nuevas especies botánicas encontradas en América, muchos fueron los jardines europeos, públicos y privados, que mostraron un especial interés en ampliar sus colecciones con novedades exóticas, pero la adaptación de las especies suponía una gran dificultad.
Las características ambientales del lugar, hicieron suponer a los botánicos del siglo XVIII, que las especies vegetales provenientes del Nuevo Mundo se adaptarían mejor al clima europeo, si primero experimentaban un proceso de aclimatación que se iniciaría con una estancia en Tenerife; posteriormente se constató que esta suposición no era la solución debido a las diferencias entre el tiempo que hace en Tenerife, y el que hace en el interior de la Península Ibérica, por no hablar del tiempo en el resto de Europa.
Fue Don Alonso de Nava y Grimón, VI Marqués de Villanueva del Prado, quien impulsó las gestiones para la creación de este jardín de aclimatación en un entorno entonces apartado pero que hoy en día es uno de los accesos más populares al municipio.
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Celebridades.
Tal fue la popularidad del Jardín Botánico de La Orotava, que atrajo a tal cantidad y notoriedad de visitantes, que cuenta con otro “catálogo” adicional, de personalidades ilustres tanto naturalistas, como literatos y de variedad de ámbitos, quienes en algunos casos, además de visitar las instalaciones, contribuyeron en su mejora y publicidad.
Algunos de los mencionados visitantes fueron Ledrú, Le Gros, Humboldt y Berthelot, quienes llegaron atraídos por el valor, no sólo económico de las colecciones, siendo meritorias las variedades de palmeras, Bromeliáceas, Aráceas y Moráceas, sin olvidar la antigüedad, belleza, rareza, dimensión o remota procedencia de varios árboles expuestos en el interior del Jardín.
El escritor francés André Bretón, en su obra “El amor loco” (1937), legó unos párrafos inspirados en su propia visita al Jardín.
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Presente.
Debido a la importancia de las colecciones y a la institución científica que es el Jardín Botánico de La Orotava, éste realiza intercambios de germoplasma a nivel internacional, además de contar con un herbario dedicado especialmente a la flora canaria, y de participar en diversos programas de investigación y conservación la flora y la vegetación de Canarias.
Tras los muros y rejas que delimitan el espacio del Jardín, el patrimonio vegetal se ha ido expandiendo con el paso del tiempo y por tanto el Jardín en sí ha tenido que crecer, contando en la actualidad con unas instalaciones que se extienden sobre sesenta mil metros cuadrados, en las que sus visitantes pueden perderse en este rincón diferente y sosegado del turístico municipio de Puerto de la Cruz.
Anualmente cuenta con un promedio de visitantes cercano a las 400.000 personas, de ellas 15.000 son escolares canarios y de diversa procedencia, lo que ha motivado a la gestión del Jardín Botánico de La Orotava, a editar 5 vídeos sobre el uso pedagógico y la historia del jardín.
En tiempos recientes, y debido a la obligación de cierre durante la pandemia de Covid-19, el Jardín ha realizado obras de adaptación en materia de accesibilidad. Sin embargo, pese a la proyección actual del jardín, no todas las zonas han podido adaptarse debido a las restricciones vinculadas a su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).
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Futuro.
Sin lugar a dudas, teniendo en cuenta el gran valor que tiene el Jardín Botánico de La Orotava, y los esfuerzos llevados a cabo para su mejora en tiempos recientes, implicando la mayor de las reformas que ha sufrido en las dos últimas décadas, se espera que siga siendo un enclave turístico y científico de referencia.
Un espacio verde que ha atraído y atrae a una gran variedad de personas con diferentes motivaciones desde su apertura como segundo jardín botánico en España en el siglo XVIII, hasta la actualidad (2021).
Foto de portada: turismobotanico.es
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