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Cristóbal Colón y la isla de “La Cazadora”: La Gomera

Cristóbal Colón y la isla de “La Cazadora”: La Gomera

Cristoforo Colombo para los italianos, Cristóvao Colombo para los portugueses, Cristóbal Colón para los españoles. Qué más da; Almirante de la mar Océana, virrey de las Indias y Gobernador General según las Capitulaciones firmadas con los Reyes Católicos en Santa Fe, Granada (17 de abril de 1492), además de pactar recibir la décima parte de todas las ganancias que se obtuvieran de su almirantazgo.

Brillante marino, pésimo administrador y peor gobernante.

Leyendas y arcanos, cuentos chinos o viajes a China, la Catay medieval, o más lejos, hasta Cipango (Japón): sueños húmedos de mercaderes medievales europeos en busca de las especias y la seda, del lujo que traer de vuelta y enriquecerse ¿y quién no? Nuestro futuro Almirante también. Marino desde joven y náufrago frente a las costas portuguesas, se queda a vivir allí desde 1476, viaja por las orillas del África atlántica al servicio del rey de Portugal y puede que conociera Canarias antes de 1492 < Para Rumeu de Armas estaría en la Gomera en torno al año 1481, en una expedición portuguesa dirigida al Castillo de San Jorge de la Mina, cerca de la desembocadura del río Volta (en el Golfo de Guinea)>.

Lee al florentino Paolo dal Pozzo Toscanelli, médico, matemático, astrónomo y cosmógrafo, defensor de la esfericidad de la Tierra, del que asume la teoría. Dicho y hecho, se propone buscar el camino de Occidente para llegar a las “Indias”.

No sin esfuerzo convence a los Reyes Católicos, o más bien a la reina Isabel: Conforme. Arma tres barcos, dos carabelas, la Pinta con 25 hombres al mando de Martín Alonso Pinzón, la Niña también con 25 hombres al mando de Vicente Alonso Pinzón y una nao, la Santa María con 40 hombres comandada por él mismo.

Fechas inciertas y fechas certeras: Primer viaje, sale de Palos de la Frontera (Huelva) el 3 de agosto del año de nuestro Señor de 1492, poniendo derrota a las Canarias, con la idea de llegar a La Gomera, ¿Por qué? ¿Para encontrarse con “La Cazadora”? tal era el apodo de Beatriz de Bobadilla y Ulloa, hija de Juan de Bobadilla, cazador mayor de sus Católicas Majestades. Si hiciéramos caso al chismoso mayor del Reino, el Jorge Javier Vázquez del siglo XVI, tal Michele Cuneo que acompaña al Almirante en su segundo viaje, la respuesta sería que sí, ya que relata cuanto sigue: Si yo os contase cuántos festejos, tiros de lombardas y salvas hicimos en ese lugar, sería demasiado prolijo; y eso se hizo a causa de la Señora del dicho lugar, por la cual en otro tiempo nuestro Almirante estuvo prendado de amor”

¿Prendas de amor, alturas de miras, placeres carnales, simple amistad? Colón y Beatriz se conocieron en el campamento de Santa Fe en Granada, en 1492, de eso no hay duda, pero el único amante probado que tuvo “La Cazadora” fue el poderoso Maestre de la Orden de Calatrava, Don Rodrigo Téllez Girón, muerto en el campo de batalla en 1482, año en que la reina Isabel casa a Beatriz con Hernán Peraza el Joven, Señor de la Gomera, concediéndole una dote de 500.000 maravedíes y “sus bendiciones” para que marche con su flamante esposo a la Isla y deje de hacerle arrumacos al suyo propio, a la sazón el rey Católico.

Colón toma la decisión de arrancar su viaje desde la Gomera no solo por la Bobadilla, que también, por los vientos alisios y las corrientes marinas, que también, por las ventajas naturales que ofrecía la rada de San Sebastián, que también; pero hay motivos más importantes para su elección, veamos: Tras la firma del tratado de Alcaçobas (1479/1480) por el cual las dos potencias de la época, Castilla y Portugal se reparten las áreas de influencias oceánicas, siendo la Gomera la última frontera del Reino castellano, la “geopolítica de la época” no permitiría otra decisión, así lo refleja el propio Colón en su Diario: “Y ordenaron que yo no fuese por tierra al Oriente, por donde se acostumbra a andar, salvo por el camino de Occidente, por donde hoy no sabemos por cierta fe que haya pasado nadie. Y llevé el camino de las Islas Canarias, de Vuestras Altezas, que son en la dicha mar Océana, para de allí tomar mi derrota y navegar tanto que yo llegase a las Indias…”

Además el Almirante siempre cuidaba evitar un posible “casus belli” con Portugal y en su Diario repetía una y otra vez: “Se caminó por el camino de las Canarias” o “Por el camino al Poniente de las Canarias”.

Interesantísima es la aportación del profesor J. Manzano en su obra “Colón y su Secreto”, afirmando que: “El proyecto colombino parte de Canarias porque Él sabía que existían a 750 leguas de estas islas otras a la que se llegaba siguiendo siempre su camino” ¿Cómo lo sabía? El cronista Garcilaso de la Vega el Inca lo revela: “Cerca del año del mil y cuatrocientos y ochenta y cuatro, uno más o menos, un piloto natural de la villa de Huelva, en el condado de Niebla, llamado Alonso Sánchez de Huelva, tenía un navío pequeño, con el cual contrataba por la mar, y llevaba de España a las Canarias algunas mercaderías que se le vendían bien; y de las Canarias cargaba de los frutos de aquellas islas y las llevaba a la isla de la Madera, le dio un temporal tan recio y tempestuoso que, no pudiendo resistirlo, se dejó llevar de la tormenta y corrió vente y ocho o veinte y nueve días sin saber por dónde, ni adonde; porque en todo este tiempo no pudo tomar el altura por el sol, ni por el Norte… Finalmente se encontró con unas islas desconocidas. Y a la vuelta fue a parar a casa de Cristóbal Colón, que por esas fechas vivía en la isla de la Madera, y allí le contó con detalle las islas que había descubierto”.

Plano de San Sebastián, de Leonardo Torriani (S XVI)

Por todos es conocido que Colón en la Gomera hace aguada y carga provisiones, agua extraída seguramente del famoso pozo ubicado en la casas de los Peraza, señores de la Isla, agua ligeramente salobre por la proximidad del pozo al mar, lo que le confería capacidad para no descomponerse en una travesía que se presumía larga e ignota: “Toman allí los navíos refrescos de agua e leña, e pan fresco, e gallinas e carneros, e cabritos, e vacas en pie, e carne salada e quesos e pescados salados de tollos e galludos e pargos, e de otros bastimentos que conviene añadirse sobre los que las naos sacan de España” (G. Fernández de Oviedo. Historia General y Natural de las Indias). Debemos añadir, con casi total seguridad, el embarque de higos pasados, miel de palma, dátiles y quizá azúcar.

Podríamos señalar otro motivo más para la elección “Gomera” como arranque de su gesta, poco conocido pero “bien visto”: Las Canarias están casi a la misma latitud de Japón al que don Cristóbal pretendía llegar.

Al fin y al cabo todos puros intereses materialistas ¿Por qué no seguir pensando con un halo de romanticismo, en un Cristóbal y una Beatriz paseantes, mano en la mano, contándose sus secretos al amparo de la luna en la rada gomera?

¡Hay cosas que más vale creérselas que estar averiguándolas! ……

Singladura de los viajes colombinos:

Primer Viaje. 3 de Agosto 1492, salida de Palos de la Frontera con rumbo a Canarias; desde el 9 al 24 la Pinta, con el timón roto, estuvo moviéndose en las aguas de Gran Canaria.

El domingo 12 de Agosto Colón llega a la Gomera, envía un batel a tierra y se entera que Beatriz no está en la Isla.

Del 12 al 24 de Agosto Colón está en la Gomera, sin saber con certeza sus movimientos. Marcha para Gran Canaria con la Niña para ultimar las reparaciones de la Pinta. El día 2 de Septiembre, ya con Beatriz en la Isla, retorna a la Gomera, de donde zarpa con rumbo Norte el jueves 6 de Septiembre.

Segundo Viaje. Con 17 embarcaciones y unos 1.200 hombres llega a San Sebastián el sábado 5 de Octubre de 1493, el 10 de Octubre sale con derrota hacia la isla de el Hierro.

Tercer Viaje. Llega a la Gomera el 19 de Junio de 1498, con 8 navíos y 226 tripulantes. El 21 parte con derrota hacia Cabo Verde.

Cuarto y último Viaje. El 20 de Mayo de 1502 llega al puerto de la Isleta en Las Palmas de Gran Canaria, con 4 naves y 150 hombres. El 24 sale con dirección a Maspalomas, para finalmente partir el día 25 y alcanzar por última vez las Indias en 21 días.

San Sebastián entre siglos.

Cristóbal Colón. (¿Génova? 1451 – Valladolid 1506). Hijo de Domenico Colombo, tejedor de lana, y de Susanna Fontanarossa, fue marino desde los 15 años. Entre 1470 y 1476 recorrió todas las rutas comerciales importantes del Mediterráneo. Parece ser que tras un combate naval acaecido cerca del cabo de San Vicente en 1476, incendiado su barco salvó su vida nadando hasta la costa portuguesa agarrado de un remo. Vivió en Portugal 10 años, casándose con Felipa Perestrello e Monis, hija de una rica familia, de la que tuvo a su hijo Diego. A la muerte de su esposa, tomó en 1487 como amante en España a la joven Beatriz Enríquez de Arana con la que tuvo a su hijo Hernando.

Tras su último viaje a Indias, después de arribar a Sanlúcar de Barrameda el 7 de Noviembre de 1504, fracasado y enfermo, siguió hasta la Corte y reclamó infructuosamente sus derechos, pactados con los Reyes Católicos en las Capitulaciones de Santa Fe.

Murió a causa del síndrome de Reiter (artritis reactiva) el 20 de Mayo de 1506 en Valladolid).

Beatriz de Bobadilla y Osorio. (Medina del Campo 1462 – Medina del Campo 1504). Hija de Juan Fernández de Bobadilla y de Leonor Álvarez de Vadillo, sobrina de Beatriz de Bobadilla, marquesa de Moya. Mujer de deslumbrante belleza, con fama de cruel, sangrienta, ninfómana y codiciosa. Casó en primeras nupcias con el señor de la Gomera con el que tuvo a sus dos hijos, Guillén e Inés. Enviuda de Hernán Peraza el joven en 1488, muerto a manos de sus vasallos. Volverá a casarse en 1498 con Alonso Fernández de Lugo, conquistador de la isla de Tenerife.

Muerto su primer marido, asumió el gobierno de la Gomera en nombre de su hijo Guillén. Abasteció a la flota de Colón camino de América. Inició pleitos contra su suegra Inés Peraza y su cuñado Sancho de Herrera en defensa de los derechos de sus hijos al mayorazgo de Canarias. Colaborará en la conquista de Tenerife por orden regia.

La encuentran muerta en su cama en Medina del Campo (Valladolid) en 1504. Algunos autores apuntan a que pudo ser envenenada.

Mauro Bertello Calamari

Foto de encabezado: Retrato de Cristóbal Colón conservado en la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América. Copia del siglo xix a partir de un grabado de Aliprando Caprioli.  Wikipedia


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