Tenerife, al igual que las demás islas del archipiélago canario, tiene un origen completamente volcánico. Pese a ello, no existe un registro en el que encontremos todas las erupciones ocurridas en la isla desde la llegada del ser humano, ni tan siquiera de las más importantes desde entonces hasta ahora. Con lo que sí contamos es con un registro de aquellas erupciones que tuvieron lugar tras la conquista de la isla de Tenerife, las llamadas “Erupciones históricas de Tenerife”.
Durante un tiempo se aceptó, de un modo un tanto romántico, que en 1492 Cristóbal Colón había visto como el Teide entraba en erupción. Hoy en día se ha descartado tal erupción del Teide, pero no la de otro volcán, el volcán de Boca Cangrejo, en la Dorsal Noroeste de la isla.
Debido a que la isla de Tenerife no fue conquistada hasta 1496, y la erupción del Boca Cangrejo sucedió cuatro años antes, no todas las fuentes incluyen este capítulo dentro de las erupciones históricas de la isla.
El siglo XVIII estuvo marcado en la isla, entre otros motivos, por la gran actividad de los volcanes tinerfeños. En diciembre de 1704 empezó una cadena de episodios eruptivos que duró 58 días y afectó a 3 volcanes, el de Arafo, el de Fasnia y el de Siete Fuentes, estos episodios finalizaron en marzo de 1705.
Aunque las lavas corrieron por el valle de Güímar, las erupciones tuvieron consecuencias también en el Valle de La Orotava, en la vertiente contraria de la isla. Esto fue posible ya que los volcanes implicados están localizados en la cordillera que separa ambos valles.
El 24 de diciembre de 1704 se empezaron a sentir los primeros temblores de tierra, algunas crónicas llegaron a contar hasta 23 en apenas 3 horas, temblores que no desaparecerían definitivamente hasta tres meses después, llegando a registrarse entre 10 y 12 sacudidas diarias.
No fue hasta el 31 de diciembre cuando el Siete Fuentes abrió el suelo para comenzar una erupción que no se extinguiría hasta el 5 de enero de 1705, iniciándose casi de inmediato la erupción del volcán de Fasnia que duraría hasta el 13 de ese mismo mes.
Debido a la violenta sacudida que se notó y a la facilidad con la que se veía el fuego, las gentes de La Orotava salieron de sus casas y comenzaron a prepararse para trasladarse a La Laguna, pues creían que la erupción estaba más cerca de lo que en realidad estaba. Tal era el miedo y el mal estado de algunas casas, que hubo quien en aquellas noches de frío y hielo, prefirió permanecer en la calle.
Se produjo un movimiento de la población desde el pueblo de Arafo hasta el de Candelaria, unos buscaban donde guarecerse, otros iban a pedirle a la Virgen de Candelaria que acabase con el terror de los volcanes.
El 2 de febrero, día de La Candelaria sucedió el que ha sido descrito como el mayor de los temblores de la época, fue tan violento que los fieles que se encontraban rogándole a la Virgen abandonaron el templo y se sacó la imagen del mismo, pues parecía que se iba a derrumbar.
Colocaron la imagen encarada, a modo de rogatoria, hacia el volcán de Arafo, que era el que había entrado en erupción. La misma noche se decretó trasladar la estatua de La Candelaria a La Laguna para evitar que el volcán la destruyera.
Desde que empezó la actividad volcánica el 31 de diciembre de 1704, hasta que terminó, el 27 de marzo de 1705, se celebraron numerosas procesiones de penitencia, se recurrió a las rondas de vigilancia para frenar los saqueos y robos, y se contabilizaron hasta 16 muertes, la mayoría de ellas a consecuencia del miedo, como le sucedió al Obispo de Tenerife.
A esta cadena de erupciones le siguió, la erupción del Garachico, también conocido como Trevejo, un episodio que no sólo cambió la geografía del pueblo del mismo nombre, sino que también marcaría un antes y un después en la isla de Tenerife.
El puerto de Garachico se había iniciado como uno de los más prósperos de Tenerife, pero en 1706 ya no era lo que había sido en sus orígenes debido a que el pueblo sufrió cinco años de pestes, un aluvión, un voraz incendio y una revuelta comercial, sucesos que le hicieron perder atractivo comercial ante inversores.
Algunos de los pueblos vecinos de Garachico, como El Tanque y Los Silos también estaban viviendo, a finales del siglo XVII, una fuerte recesión económica motivada por la devaluación del viñedo, plagas de langostas y malas cosechas de trigo. Tal era la situación en esta zona de Tenerife que en algunos casos llegaron a producirse migraciones familiares masivas a Cuba y Venezuela.
Por si lo sucedido no había sido poco, la madrugada del 5 de mayo de 1706, el volcán de Garachico entra en erupción, y tras 40 días de actividad, el puerto comercial del pueblo es borrado del mapa por las lavas y finaliza con la crónica de la muerte anunciada del puerto de Garachico. Los destrozos de este volcán aumentaron las migraciones a Cuba, Venezuela, Puerto Rico y Santo Domingo desde Garachico, El Tanque y Los Silos.
Tras este suceso, el puerto de Santa Cruz gana importancia en el tráfico marítimo internacional, lo que lleva a que el antiguo barrio pesquero, termine por conseguir la capitalidad de la isla, anteriormente localizada en San Cristóbal de La Laguna.
El siglo XVIII, terminó como empezó, con actividad volcánica, durante la noche del 9 de julio de 1978 entra en erupción el volcán Pico viejo, también llamado Montaña Chahorra. Este volcán está situado en las laderas del Teide.
Su cráter se mantuvo activo tres días, pero al poco se comenzaron a abrir diversas bocas, por donde la lava estuvo brotando hasta 3 meses. Las 9 bocas que se abrieron se conocen en la actualidad como Las Narices del Teide.
La última erupción en la isla de Tenerife, fue la del volcán Chinyero el 18 de noviembre de 1909, duró 10 días y dejó un cono volcánico abierto hacia el sur. Se trata de una de las más breves erupciones históricas de Canarias.
Los movimientos sísmicos iniciados en julio de 1909, ya advertían de que algo iba a pasar, lo que ocurrió fue que el 18 de noviembre de ese mismo año, el volcán Chinyero, en la localidad de Santiago del Teide, entró en erupción.
El Chinyero expulsó cenizas que llegaron no sólo a los municipios de Icod de los vinos y La Orotava, se dice que llegaron hasta la zona de Punta del Hidalgo, a unos 50 kilómetros de distancia.
La actividad eruptiva del Chinyero fue la primera en ser fotografiada y filmada en la historia de España.
Magnífica documentación sobre un tema muy interesante para los locales y los que nos visitan. Gracias Laura!
Que buena e interesante información Laura, gracias! Nos permite recordar que seguimos viviendo en una isla volcanicamente activa y que tarde o temprano es casi seguro que volveremos a tener erupciones.
Se deduce de la información tres bonitas rutas por los volcanes históricos, Siete Fuentes y Fasnia, Las Arenas o de Arafo , y por último Trevejo y Chinyero. Muchas gracias Laura.