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Por qué tenemos estaciones.

Por qué tenemos estaciones.

No paramos de oír, y decir, que el tiempo está loco, que esto ya no es como antes, que ahora llueve menos (o más), y hace más calor, sobre todo cuando no toca, que el tiempo está loco, que el invierno no es lo que era, que las estaciones ya no son tan marcadas…

Por cierto, hablando de estaciones… ¿por qué tenemos estaciones?

Para explicar por qué la Tierra tiene estaciones hay que mirar ese globo terráqueo que muchos hemos tenido cuando estábamos en la escuela y quizás algunos lo tengan en casa por sus hijos (fue mi caso hace unos años). ¿Por qué todos los globos terráqueos los hicieron mal, torcidos? ¿Y por qué todos se pusieron de acuerdo para torcerlos igual?

Un globo terráqueo «torcido», o sea, normal (hipertextual.com)

Pues están “torcidos” porque el original, el planeta Tierra, está torcido. O para ser exactos, el eje de rotación de la Tierra tiene un ángulo con respecto al eje de traslación.

La Tierra tiene varios movimientos. Uno de rotación alrededor de su eje, que es el que hace que haya días y noches. La Tierra da una vuelta alrededor de su eje en algo menos de 24 horas (casi 4 minutos). Y otro de traslación alrededor del Sol, que le lleva 365 días y cuarto (de ahí que cada cuatro años haya que añadir un día). Y tiene más movimientos, pero no vamos a entrar en tantas profundidades, que para profundo el espacio, y nos vamos a perder.

Los movimientos que nos interesan son esos dos, el de rotación y el de traslación. Ambos tienen su correspondiente eje, pero esos ejes no son paralelos ni perpendiculares, sino que tienen un ángulo. De un poquito menos de 23,5 grados. Ese ángulo es el presentan los globos terráqueos de marras.

Y ese ángulo es el responsable de que haya estaciones.

Veamos.

En la imagen se ven las posiciones de la Tierra en su viaje alrededor del Sol en cuatro momentos bien precisos desde la perspectiva del hemisferio norte (que me perdone la gente del hemisferio sur): el solsticio de invierno (21-22 de diciembre), el equinoccio de primavera (20-21 de marzo), el solsticio de verano (21-22 de junio) y el equinoccio de otoño (22-23 de septiembre). En el hemisferio sur esos mismos días son las mismas efemérides pero cambiando invierno por verano, y primavera por otoño y viceversa.

(www.windows2universe.org)

Veamos la primera imagen. Los rayos del Sol dan más directamente al hemisferio sur. Allí es verano, luego aquí es invierno. Es lo que está pasando ahora mismo.

En la segunda imagen, han pasado tres meses, la Tierra se ha movido un cuarto de su órbita. Debido a que en ese momento la inclinación de su eje no se acerca ni se separa del Sol, ambos hemisferios reciben los rayos de la misma manera. Es la primavera aquí.

Otro cuarto de giro más y nos encontramos en la tercera imagen en donde los rayos del Sol inciden más directamente en el hemisferio norte, y es verano.

Finalmente, la cuarta imagen nos muestra otra vez una situación de igualdad en la radiación ya que nos encontramos en el otoño.

En resumen, el ángulo de incidencia de los rayos solares sobre un determinado punto de la superficie de la Tierra hace que las condiciones climáticas sean unas u otras. Y cuanto mayor es dicho ángulo de incidencia, es decir, cuanto más no acercamos a los polos, mayor es la diferencia climática. En el ecuador o sus alrededores es siempre verano.

Hay otro detalle interesante. La órbita de la Tierra, como la de prácticamente todos los objetos celestes, no es redonda, sino elíptica, con lo cual, hay un momento en que la Tierra está más alejada del Sol y otro en el que está más cerca. De media, la Tierra está a 149,5 millones de kilómetros del Sol, redondeando 150 millones de kilómetros, que es lo que se llama una Unidad Astronómica (UA). En julio, la Tierra está en su punto más alejado del sol, que se llama afelio y está a unos 152 millones de kilómetros. A principios de enero, nuestro planeta está en el punto más cercano, el perihelio, a unos 146 millones de kilómetros. Como esto coincide con los solsticios y cuando está más cerca es durante el verano austral y cuando está más lejos es el invierno austral, estas estaciones son más extremas en el hemisferio sur que en el norte.

Afelio y perihelio (Wikicommons)

Finalmente, la inclinación del eje de la Tierra determina la posición de los círculos polares ya que son las zonas en las cuales el día del solsticio de verano (y solo ese día) el Sol no se pone nunca, y el día del solsticio de invierno (y solo ese día) el Sol no sale nunca.

Los círculos polares (equinocciode.com)

 

Y aunque por todo lo explicado es más que obvio, no quisiera terminar sin decir que NO, la Tierra no es plana.

José Antonio Paris Fraga                                                                                                                                                Guía Starlight

Foto de cabecera: Miryan Campo  Pinterest


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